Querido Eladio, has abandonado estos páramos terrenales para reunirte por fin con tu amada esposa Carmen. Mientras tanto aquí, tú y tu legado trascienden y permanecerán por siempre en la memoria colectiva y en la historia del arte de Canarias.

¡POR EL ARTE Y LA HUMANIDAD!

1934 - 2023

 

ELADIO DE LA CRUZ


Eladio González de la Cruz. Años 90.
Eladio González de la Cruz. Años 90.

Eladio González de la Cruz nace el 10 de marzo de 1934 en el conocido barrio de El Toscal, en Santa Cruz de Tenerife.

 

Su vida ha estado marcada por una plena dedicación a la escultura. A través de su obra artística, de su obra de encargo y de una dilatada actividad docente desarrollada en diferentes centros, ha contribuido a una importante labor de investigación de lo escultórico atendiendo tanto a sus procesos técnicos como a sus límites formales y materiales.

 

Su primer contacto con el mundo del arte le llega siendo un adolescente gracias a un encuentro fortuito con el escultor Enrique Cejas Zaldívar que lo introduce en su taller, centro de paso y reunión de artistas de la época. En este ambiente propicio, De la Cruz comienza a familiarizarse y a compartir un mundo que se modela y se esculpe ante sus ojos.


En 1953 inicia sus estudios artísticos a través de las enseñanzas que recibe en la Escuela de Artes y Oficios de la capital tinerfeña. Posteriormente, gracias a una beca concedida por el Cabildo Insular de Tenerife, prosigue su formación al matricularse en 1958 en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, con sede en la anteriormente citada Escuela de Santa Cruz.

 

Entre sus aulas contó con destacados maestros como Álvaro Fariña, Miguel Tarquis, Mariano de Cossío, Pedro de Guezala, Miguel Márquez y Miguel Ángel Casañ. Una vez finalizada su etapa formativa, obtiene el correspondiente título de profesor en 1965 comenzando, acto seguido, su carrera docente, primero en la Escuela de Artes y Oficios, y después, en la Superior de Bellas Artes. Es, además, graduado en Artes Aplicadas —en la especialidad de Ebanistería Artística— por la primera de ellas y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna desde 1981, lugar donde ejerció la docencia durante ocho años. Con posterioridad, en 1985, es designado catedrático de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos —hoy denominada Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez— permaneciendo como profesor entre sus aulas hasta 1997.

 De la Cruz en la Escuela de Artes y Oficios de Santa Cruz de Tenerife.
De la Cruz en la Escuela de Artes y Oficios de Santa Cruz de Tenerife.

En 2010 es elegido Académico Correspondiente de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel la cual le concede, un año después, el premio Magister de Escultura. Asimismo, en 2018, la Real Academia celebra en su sede una exposición homenaje a su figura que venía a conmemorar el proceder artístico del mismo, así como su contribución al estudio de la escultura a través de su obra y su magisterio.

 

La trayectoria artística de Eladio de la Cruz arranca en la década de los sesenta. Inicialmente, durante una primera etapa de formación, el escultor se aproxima a las formas clásicas y a un estudio minucioso de los modelos y las temáticas tradicionales, al tiempo que deja entrever su predilección por la representación del cuerpo humano.

 

Comienzan a llegar los primeros reconocimientos obteniendo Primer Premio de Escultura en el Certamen Sindical de 1950 y 1960, y Mención de Honor, por su obra Desaliento, en la V Exposición Regional de Pintura y Escultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 1964. En esta época colabora con el grupo Nuestro Arte a través de varias exposiciones colectivas: Exposición Homenaje a Miguel Ángel, en 1964, Exposición Homenaje a Julio Tovar, en 1965, y Exposición Homenaje a Miguel Tarquis, en 1969, recibiendo este mismo año el Primer Premio de Escultura en la X Exposición Regional de Pintura y Escultura por Maternidad, obra incluida en los fondos del Museo Municipal de Bellas Artes de la capital.

 

El escultor. Años 60.
El escultor. Años 60.

Esta etapa de formación y experimentación culmina con su primera exposición individual en el citado Museo de Bellas Artes en 1969. De la Cruz presenta una obra escultórica múltiple en lenguajes y materiales. A través de diferentes técnicas, su obra oscila entre las enseñanzas académicas que ha recibido y una línea más experimental, de síntesis de la forma con preferencia por la curva e incluso, en ocasiones, tendente a una tímida abstracción. La representación del cuerpo humano cobra protagonismo absoluto, en especial la figura de la mujer y la imagen de las maternidades, que llegarán a ser una temática clásica dentro de la obra del escultor. Frente a formas compactas que se abrazan entre ellas, otras figuras se estilizan ganando en ligereza y gracilidad, todo bajo un objetivo común: mostrar el cuerpo humano como metáfora de estados y emociones. Sobre esta primera exposición escribía Pedro González en el catálogo de la muestra:

 


 

Ya no es sólo aquello que pesa, que es duro, que puede ser brillante, mate, áspero o liso en su aspecto, ya es algo que dice cosas del hombre, de su visión universal y de la grave hondura de su apasionamiento.

 


 

La llegada de la década de los setenta se abre con el Primer Premio de Escultura del Cabildo Insular de Tenerife en 1971 por Abatida, pieza presentada en la XII Exposición Regional de Pintura y Escultura obteniendo, tres años más tarde, un nuevo Primer Premio por Desnudo en la XVI Exposición Bienal Regional de Bellas Artes celebrada en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. Unos meses antes, participa en la IV Exposición Colectiva de Esculturas en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz para, antes de finalizar el año, presentar la que sería su segunda muestra, repitiendo sala expositiva con su primera individual, y mostrándose ante el público y la crítica como una figura consagrada en el mundo del arte.

 

De la Cruz en su taller. Finales de los años 70.
De la Cruz en su taller. Finales de los años 70.

En esta ocasión el lenguaje plenamente figurativo se afianza y a través de la piedra, la madera y el bronce, el escultor da cuenta de la representación del cuerpo humano continuando la síntesis de las formas escultóricas iniciada en su primera exposición e inaugurando, al tiempo, una línea más expresionista, tanto en actitudes como en la forma de tratar los materiales en sus acabados y texturas. Vuelve a estar presente la mujer, la relación entre madre e hijo y también el hombre, pero la anécdota es trascendida en la representación, que gana en expresión e idea. De esta época es su conocida Adolescente, situada en el parque García Sanabria de Santa Cruz, la cual nos muestra la representación de una figura femenina que, sintetizada a través de volúmenes de perfiles curvos, contrasta con el vacío que dejan sus formas. Por otro lado, continúan sus exhibiciones individuales e inaugura en Garachico en 1975 mientras también da el salto a la península participando en diferentes salones y exposiciones en Sevilla.


 

A comienzos de los años ochenta vuelve al Gabinete Literario para participar en la I Bienal Internacional de Arte donde presenta Parto. Tras ella le sucederán las que serán su cuarta y quinta exposición individual, en 1984 y 1985, respectivamente, la primera de nuevo en Garachico con ocasión de las XIII Jornadas Culturales, y la segunda en La Gomera, dentro de la celebración de la XXV Semana Colombina.

 

En 1996 realiza en la Casa de la Cultura de Garachico su sexto proyecto expositivo. En él presenta una obra madura que ha ido tejiéndose a lo largo de los años mientras la ha compaginado, de manera paralela, con los numerosos encargos que recibe para la realización de monumentos que se encuentran en distintos puntos de la isla de Tenerife y su labor docente. En esta muestra surgen algunas de sus series más emblemáticas: La serie Adolescente retoma la escultura creada en los años setenta para seguir investigando las posibilidades que le ofrece la piedra artificial, con sus infinitas tonalidades, y la línea curva de unas formas perfectamente pulimentadas. Las Maternidades —en bronce, en terracota o en piedra artificial— estudian las variantes expresivas de un mismo tema que, tratado a través de diferentes materiales, produce múltiples efectos. Por otro lado, la línea expresionista ya anunciada en algunas de sus primeras esculturas cobra fuerza en la obra de los noventa con títulos como La protesta, Abatido o Adán y Eva, donde el cuerpo humano se estiliza, la anatomía se contrae y la carga expresiva del bronce nos sitúa en el lado más existencialista y amargo de la experiencia.

 

La década de los noventa trae nuevas citas para contemplar su obra: en 1997 expone en el Museo de Historia de Tenerife en La Laguna; en 1998, en el Casino de Juegos de Santa Cruz y en 1999, inaugura exposición en la Galería de Arte Magda Lázaro, en la capital, mostrando sus últimas creaciones llevadas a cabo en diferentes maderas como caoba, dormilón, cedro o ukola y constatando que la escultura es, para De la Cruz, una continua aproximación a técnicas y materiales diversos en busca de sus cualidades expresivas.

 

Sus últimas exposiciones han podido verse en el exconvento de San Francisco en Garachico, en el año 2000; en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias en el Puerto de la Cruz, en 2001; en la Casa de la Cultura de Los Realejos, en 2002; en la sede del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Santa Cruz de Tenerife, en 2003, y la que es su última muestra, inaugurada en la Casa Palacio de Los Condes de La Gomera en Garachico en 2012, y que puede visitarse, actualmente, en el mencionado exconvento de San Francisco.

De la Cruz en su taller tallando Maternidad IX. 2010, aprox.
De la Cruz en su taller tallando Maternidad IX. 2010, aprox.

 

Su obra se encuentra, asimismo, en diferentes colecciones como la del citado Museo Municipal de Bellas Artes de la capital, Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, Cabildo Insular de Tenerife, Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, Museo de Historia de La Laguna, Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl en el Puerto de la Cruz, Colegio Hispano Inglés (antigua capilla Escuelas Pías) en Santa Cruz, Seminario Diocesano de Tenerife, así como en numerosas colecciones privadas y particulares en Canarias, en la Península y en Alemania.

 

Eladio de la Cruz fallece el 8 de agosto de 2023 a los 89 años de edad de forma serena y acompañado en todo momento de su familia que tanto lo quiso y a la que tanto quiso. Era su deseo, expresado ya de forma constante, el poder reunirse al fin con su querida esposa Carmen Rosa Arceo Méndez.


CRÉDITOS


Dirección y coordinación: Juan Carlos Toste García y Verónica Farizo González

Investigación, documentación y catalogación: Verónica Farizo González

Textos: Verónica Farizo González

Fotografía: Eduardo Rodríguez Naya y archivo de Eladio González de la Cruz

Documental:Eduardo Rodríguez Naya, Edgar García Carballo y Juan Lupiáñez Frías. NADIR Images

Diseño editorial: Agustín Batista Rodríguez

Diseño web: Inside Canarias